La música tiene un componente mágico que afecta a nuestro cuerpo, a nuestra mente y a nuestras emociones. Potencia su capacidad de aprendizaje, su imaginación, su sentido del ritmo, de expresión, de movimiento, el equilibrio, la sensibilidad y potencia, sobre todo, la inteligencia emocional. En fin. Qué suerte que nuestros niños puedan, desde tan pequeñitos, acercarse a esta disciplina de la mano de la profe Laura Pérez. De pronto muestran habilidad y disfrutan leyendo música, interpretando una canción, leyendo notas en el pentagrama, tocando la flauta, o conociendo y acercándose a nuevos instrumentos. Hoy os pongo unas fotos en las que, si os fijáis bien, hasta ponen cara de virtuosos.
Y seguimos cumpliendo años; Julián y Javier se suman al grupo de los que ya tienen seis años. Y gracias a sus padres por acompañarnos con esa tarta tan espectacular con monstruos de colores y todo y ese regalo tan chulo y original. Es una suerte y un placer cuando os tenemos en el aula.
Y esta semana de manera especial, un abrazo grande a la mamá de Gonzalo Alzaraz, a la que echamos de menos y a la que deseamos una pronta recuperación. Desde aquí nuestro ánimo, nuestras oraciones, nuestro apoyo y nuestra fuerza en mi nombre y en el de todos los alumnos y familias. Vamos!!!