lunes, 23 de junio de 2014

Se nos terminó el curso. Intenso y enriquecedor como siempre, cargado de aprendizaje, de sorpresas, de alegría, de descubrimientos, de crecimiento, de ocurrencias, de ternura...

Los últimos días han sido de despedidas y puntos finales: Rubén García, últimos cumpleaños, último acto en la capilla, acto final, última visita del Libro Viajero de los Abuelos...
 
El jueves inauguramos la playa Guadalupe con una fiesta de agua espectacular.
 
Llega el verano (en pocos días publicaré un artículo interesante sobre cómo debe ser el verano para un niño de estas edades). Nos vemos el jueves, día 26, en el aula. Un saludo y gracias por todo.
 
Os dejo un puñado de fotos,
 






















 

domingo, 8 de junio de 2014


Este viernes hemos entregado una hoja con toda la información que pensamos os puede venir bien de cara al final de curso. Si necesitáis alguna aclaración no dudéis en hacérmelo saber.
 
Hemos entregado también una hoja para evaluar los ratos de capilla, para aquellos que habéis asistido alguna vez. Vuestras ideas y valoraciones nos ayudan a mejorar.
 
Hemos tenido las visitas de las familias de nuestras dos Lucías para compartirnos el Libro Viajero de los Abuelos. Nos han contado muchas historias, la vida que les tocó vivir y cómo han cambiado muchas cosas, cómo jugaban, cómo trabajaban desde muy jóvenes, escuelas sin muchos libros ni materiales... una de estas visitas la hemos hecho en el patio, a la vez que merendábamos (lo que vendría  ser un desayuno de trabajo...). Gracias familias por acompañarnos.
 
Un saludo






Consejos para ver la tele con niños

  A los cinco años, el mundo es una mezcla de realidad y ficción. Por eso, es muy importante que los padres tengamos muy claro qué programas son aptos para niños y cuales no. Descubre cómo lograr que la tele sea una opción divertida y educativa.
     
A los niños les gustan los objetos animados, la realidad de Caperucita Roja, Los Lunnis o las historias con niños como protagonistas. Piensan que todo lo que ocurre en la tele pasa de verdad (y también les puede ocurrir a ellos). Es complicado explicarles que el horror sucede en otro lado.

Mi amiga la tele

La tele no tiene por qué ser mala por definición: es posible convertirla en una opción divertida y educativa, aunque requiera un poco de esfuerzo. Aquí van algunas ideas para lograrlo:
  • Delimitar el tiempo a una o dos horas al día, seleccionando los programas entre todos. La idea es conseguir que encender la tele sea igual que escoger un libro.
  • Hablar con ellos sobre lo que ven. Aunque más que hablar podríamos decir escuchar: lo que dicen, qué les preocupa, piensan o atrae de una película o un programa. Cualquier espacio, siempre que sea adecuado para su edad, es bueno para poner en práctica este plan.
  • Utilizar los vídeos de la biblioteca. El niño se acostumbra a elegir lo que quiere ver. Además, un paseo por la biblioteca le puede incitar a cambiar una película por un libro.
  • Preparar vídeos. Se pueden crear dos o tres vídeos con sus programas preferidos, cortando la publicidad e intercalando algunos trozos de buenos documentales. Es un regalo que les va a encantar y... ¡durar! (a esta edad lo ven todo mil veces).
  • Hay que dar ejemplo, y si se sabe que un programa puede ser malo para los peques, es mejor que no lo veamos con ellos. Tampoco los informativos: hay cosas de las que les conviene enterarse más adelante, cuando puedan entenderlas mejor.
  • Mirar la tele durante las comidas quizá no sea la mejor idea. En muchas ocasiones es el único momento de reunión familiar, y es mejor hablar de nuestras cuestiones personales que escuchar a un extraño contándonos sus problemas.
  • Solo en el salón. Los niños que tienen televisor en su cuarto lo ven dos horas y 25 minutos más que los que no. Quizá deberíamos tener solo un aparato... aunque a veces hasta a nosotros nos resulte duro.

Buenos hábitos televisivos

  • Se debe tener muy claro qué tipo de programas son los mejores, en qué horarios se emiten y cuántas horas de tele queremos que vea al día. Después, el niño puede elegir entre una variada gama.
  • La tele no puede ser ni un premio ni un castigo. Es un instrumento, una diversión más de entre las muchas opciones diarias.
  • Si no quiere alejarse ni un metro de la tele, se puede construir una propia con una caja de cartón para que los papás, los amigos o él mismo emitan sus propios programas inventados. Así se estimula su imaginación.
  • Tenemos que ser muy rigurosos con nuestros hábitos. Los chicos aprenden de lo que viven y de lo que les cuentan los adultos.
Autora: Irene Belbo.
Asesora: Cristina Álvarez, psicoanalista.


domingo, 1 de junio de 2014

Estos días hemos visitado uno de los lugares más especiales que tiene nuestra Escuela: la Biblioteca, donde hemos conocido a su mascota, Guadalupín, que nos anima a leer y a adentrarnos en el mundo mágico de los libros. De aquí a final de curso iremos una o dos veces a la semana. Este tiempo lo dividimos en dos momentos: narración de un cuento por parte del profesor, y "lectura" libre de los muchos y divertidos cuentos y libros con los que cuenta nuestra biblioteca.
 
Después de todo un mes de mayo sin cumpleaños, el viernes hemos celebrado en la cafetería el de Miguel Ángel Díaz, atendidos estupendamente por el personal de cafetería.
 
Vamos cerrando libros, actividades, cuadernos...; el Libro de las Letras y los Números ya no debe regresar a clase; los propios padres pueden poner una hermosa sonrisa en las últimas páginas. Así mismo los Libros Personales que elaboró cada familia a principio de curso han cumplido su cometido y he entregado a cada niño el propio para que ya quede en casa. El Libro Viajero de los Abuelos, que tanta vida acumula, también esté llegando a su final (la última visita por ahora fue la de la abuela de Daniela).
 
Y esta semana hemos tenido la última visita semanal a la capilla, con un acto muy entrañable en el que hemos mostrado algunos de los muchos lemas que hemos trabajado durante el curso; cada uno de ellos (de los lemas) nos ha acercado a nuestro padre Dios, a nuestro amigo Jesús y a nuestra madre María. Gracias a todas las familias que en algún momento nos habéis acompañado y habéis participado activamente de alguna u otra manera; me consta que mucho de los que no venís lo hacéis por cuestiones laborales. Ha sido un año muy hermoso en el que hemos abierto el corazón y vivido y crecido en la fe desde la mirada de los más pequeños.