El Circo de la Vida, que en su día no pudimos celebrar debido a la lluvia, llegó este viernes a nuestra Escuela cargado de alegría, entusiasmo y Vida. Al ser un circo especial, la entrada que nos permitía acceder a él también era especial; cada una de las clases de Infantil adquiría un compromiso positivo que nos posibilite ser mejores. Nuestra clase, en Asamblea, propuso infinidad de posibilidades, y finalmente decidió que para obtener nuestra entrada nos comprometemos a: "Mantener la clase cuidada, ordenada y limpita".
Payasos, malabaristas, domadores, canciones, bailes, risas y hasta fuego hicieron las delicias de nuestros niños, aunque alguno pasó un mal rato con algunas de las actuaciones.
La semana, aunque corta, ha sido muy intensa, porque además del Circo de la Vida tuvimos la excursión al parque de bomberos, el Libro Viajero de los Abuelos, el día del libro...
Semana completita...
EL DUELO EN
LOS NIÑOS, PAUTAS DE ACTUACIÓN
El duelo es un
camino largo y sinuoso. Su meta no es el olvido, sino aprender a vivir con la
pérdida. La capacidad de sobrellevar con el dolor y la tristeza e irlos
disminuyendo hasta lograr desprenderse de ellos, es la esencia de un duelo sano
y normal.
ü
FASES DEL DUELO.
1. Fase de Negación
2. Fase de Pacto o Negociación con la realidad
3. Fase de Depresión
4. Fase de la Ira
5. Fase de Aceptación
ü
SER COMPLETAMENTE HONESTOS
CON EL NIÑO/A.
Acompañar
a un niño en duelo significa ante todo NO APARTARLE de la realidad que se está
viviendo, con el pretexto de ahorrarle sufrimiento.
ü NO DEBEMOS SUBESTIMAR A LOS
NIÑOS.
Ellos se dan cuenta de todo lo que les rodea,
y si perciben algo raro y nadie les informa de lo que sucede, recurren a su
propia especulación y fantasía, lo que aumenta su miedo, angustia y confusión.
ü CUÁNDO Y CÓMO DAR LA NOTICIA.
Aunque
resulte muy doloroso y difícil hablar de la muerte con el niño, es mejor
hacerlo lo antes posible. Pasadas las primeras horas de mayor dramatismo y
confusión, buscaremos un momento y un lugar adecuado y le explicaremos lo
ocurrido con palabras sencillas y sinceras.
ü EXPLICAR CÓMO OCURRIÓ LA MUERTE.
Procuraremos
hacerlo con pocas palabras.
ü ¿QUÉ PODEMOS DECIRLES SI NOS PREGUNTAN “POR QUÉ”?
Son preguntas difíciles de
responder. No pasa nada por decirles que nosotros también nos hacemos las
mismas preguntas, o que sencillamente no sabemos la respuesta. Es bueno que sepan que todos los seres
tienen que morir algún día y que le ocurre a todo el mundo. Ponerle al
niño algún ejemplo de la muerte de alguna de sus macotas o plantas, etc.
refiriéndonos al ciclo vital de todos los seres vivos.
Los niños en su fantasía pueden creer que algo que pensaron, dijeron o hicieron
causó la muerte.
Si un niño dice: "me hubiera
gustado ser más bueno con la abuela, así ella no habría muerto", debemos
decirle con calma pero con firmeza que no ha sido culpa suya.
Si la familia
practica alguna religión es apropiado explicarle la muerte según las creencias
religiosas de la misma.
ü PERMITIR QUE PARTICIPE EN LOS
RITOS FUNERARIOS
Si el niño no quiere ver el
cadáver o participar en algún acto, no obligarle ni hacer que se sienta
culpable por no haber ido.
Si lo desea, debe asistir y participar en el velatorio,
funeral, entierro… Tomar parte en estos actos puede ayudarle a comprender qué
es la muerte y a iniciar mejor el proceso de duelo.
ü ANIMARLE A EXPRESAR EL DOLOR
Aunque no siempre las expresen, los niños viven
emociones intensas tras la pérdida de una persona amada. Si perciben que estos
sentimientos (rabia, miedo, tristeza…) son aceptados por su familia, los
expresarán más fácilmente, y esto les ayudará a vivir de manera más adecuada la
separación.
Frases como: "no llores", "no estés
triste", "tienes que ser valiente", "no está bien enfadarse
así", "tienes que ser razonable y portarte como un chico
grande"…, pueden cortar la libre expresión de emociones e impiden que el
niño se desahogue.
Permitirles que nos vean llorar, que vean
que es una fase del duelo y que hay que superarla.
ü DEBEN ESTAR CERCA DE LA FAMILIA
De lo contrario, se sentirán
engañados, desplazados y excluidos, lo que no hará sino incrementar su dolor.
Consejos generales para ayudar a un niño a superar el dolor, sea cual sea
su edad:
ü Dedicarles tiempo.
ü Permanecer a su lado.
ü Dejar que los demás te ayuden.
ü Abandonar ideas preconcebidas.
ü Darles la oportunidad de expresarse: su dolor, sus sentimientos...
ü Hablar acerca de las personas que se nos van, con normalidad, para
recordarlas ; hablar de los “recuerdos cotidianos” con esa persona.
ü Animarlos a realizar actividades físicas.
ü Continuar o no cambiar las rutinas habituales en la vida del niño/a.
ü Si fuera necesario, recurrir a la ayuda de un profesional.